miércoles, 29 de mayo de 2013

Viajar en Automóvil con tu Gato

                        “Su seguridad, parte de ti”

Un viaje supone un cambio brusco de ambiente que puede perturbar a nuestro animal de compañía, por lo que es importante llevar con nosotros objetos que le sean familiares, “sus cosas”: su bebedero, su comedero, sus juguetes, su cepillo, su cortaúñas.


Tampoco podemos olvidar su cartilla sanitaria y los documentos identificativos.
Con los gatos debemos incluir su bandeja de arena, la malta y algo fundamental, feromonas, para el viaje y para su adaptación a la nueva casa.

Preparación del gato para el viaje

  • Si el gato puede estar intranquilo, es recomendable consultar con el veterinario para suministrarle un sedante ligero
  • En viajes especialmente largos se recomienda que el gato esté en ayunas unas 10-12 horas antes de viajar, especialmente pare evitar vómitos
  • Transporta al gato en un trasportín seguro y confortable (puede rociarlo con feromonas felinas para facilitar el trayecto)
  • Lleva la documentación del gato (cartilla veterinaria al día, y preferiblemente pasaporte –en viajes internacionales puede ser obligatorio-)
  • Durante el viaje, ten a mano agua fresca por si el gato tuviera sed
  • Evita contrastes de temperaturas, por ejemplo, poniendo al gato a la sombra si hace mucho calor, o colocándole una bolsa de agüita caliente si hace mucho frío

 Su alimentación

El aparato digestivo lleva mal los cambios bruscos de alimentación. Por lo que es importante llevar el producto que come nuestra mascota en cantidad suficiente para el tiempo que estemos fuera de casa. 

Es recomendable no alimentarle durante las horas previas al viaje para evitar vómitos durante el trayecto. Si le das comida, que sea  ligera.

Si el viaje no es muy largo (menos de 10 horas), es mejor no darles comida hasta que lleguen a destino, para evitar vómitos. Además, y con el fin de que no se mareen, es aconsejable mantenerles en ayunas durante las 10 horas previas al viaje.

También se puede solicitar al veterinario un sedante ligero o un antiemético para prevenir el mareo y los vómitos.

Una buena hidratación:

Tanto más importante cuanto más caluroso sea el clima. Es preciso que el gato beba y es aconsejable también humedecerle la cabeza de vez en cuando, las temperaturas elevadas le pueden causarle un golpe de calor. El síntoma de golpe de calor es un excesivo jadeo, recuerda que ellos no sudan, por tanto, jadear es su forma de refrescarse.

Hacer paradas frecuentes:

Para que se tranquilice, pueda hacer sus deposiciones, aclimatarse mejor al trayecto…. Y nunca debemos dejar al gato dentro del coche por tiempos prolongados cuando haga calor. No olvides tampoco sus juguetes, es importante que se distraiga durante el viaje.

No viajar con él si está convaleciente de una operación:

Tampoco es recomendable hacer desplazamientos cuando los gatos están recién vacunados, los cambios de temperatura pueden ocasionar enfermedades.

Si tu gato no está acostumbrado a viajar en el coche probablemente empezará a salivar en exceso y, en ocasiones, puede llegar a vomitar. El exceso de salivación y el mareo irán desapareciendo conforme se acostumbre a viajar en coche.
El veterinario es quien mejor puede aconsejarte sobre los cuidados, o la posible medicación, necesarios para que el viaje sea lo menos traumático y más placentero posible.
¿Cómo deben viajar dentro del coche?

Los gatos deberán viajar siempre dentro de un transportín.
Los resultados de los test de impacto realizados (“crash test”), para analizar los diferentes sistemas y su seguridad para el animal y los ocupantes, indican que los transportines ofrecen una buena seguridad cuando son colocados en el maletero o en el suelo de las plazas traseras, tras el respaldo del copiloto.

Durante el viaje.

El viaje suele suponer un importante estrés y normalmente aguantan en su transportín estoicamente sin apenas moverse, sin beber, sin comer o sin hacerse sus necesidades, pero igualmente es recomendable, en viajes largos, sacarles del transportín dentro del vehículo, asegurándonos que todas las puertas estén bien cerradas (bajo ningún concepto debemos sacar al gato del transportín fuera del coche, porque lo más fácil es que se escape, con las graves consecuencias que esto puede suponer).

Una vez fuera del transportín, pero en el interior del vehículo, podremos acariciarle, tranquilizarle, permitirle que estire las patas y ofrecerle agua o su bandeja de arena

Es muy importante no dejar a los animales solos dentro del vehículo durante las paradas.

sobre todo en verano, ya que las altas temperaturas que alcanza un coche cerrado al sol (hasta 70 grados), son incompatibles con la vida de nuestras mascotas, debido a lo que se denomina “golpe de calor”.

Además hay que tener mucha precaución incluso si lo dejamos a la sombra, porque el sol va rotando y podemos encontrarnos el coche al sol a la vuelta.
Por todo ello, la recomendación es clara: nunca una mascota sola dentro de un vehículo

Transportines:

Se han realizado varios Crash test (pruebas de choque, con muñecos que reconstruyen la forma y el peso de un cuerpo humano y el de perros o gatos) para probar las distintas situaciones que se pueden dar en un vehículo en movimiento con sus pasajeros, personas y animales.
Como resultado:

El lugar más seguro para colocar el transportín durante los desplazamientos en coche es en el suelo de los asientos traseros, detrás de los asientos delanteros.

Como el transportín tiene poco espacio para desplazarse, la energía del impacto será absorbida más pronto después del impacto.
El transportín se deforma apenas porque la carga sobre el transportín se extiende por la amplia subestructura del asiento. Si está colocado en posición transversal a la dirección del impacto, la mascota sufrirá sólo lesiones leves.



1 comentario:

  1. Es cierto mi amigo Alan el que trabaja en la tienda fitness tuvo un accidente con su gato.

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