martes, 14 de mayo de 2013

Enseña a tu gato a usar su Arenero

no es necesario en la mayoría de los casos. Todos hemos oído eso de que los gatos son animales muy limpios: este tópico es fruto de la observación por una parte de la tendencia natural que tienen los gatos a limpiarse y a acicalarse el pelo pero también a su costumbre natural a orinar y defecar en su arenero

Esta costumbre higiénica convierte a los gatos en buenas mascotas y es la plasmación en el gato doméstico de la condición de cazador solitario del gato en estado salvaje: necesita esconder su rastro lo máximo posible para que sus presas no detecten su presencia. Aunque la tendencia es natural puede haber casos de gatos problemáticos en los que la tendencia a usar el arenero no se manifieste. En estos casos debemos actuar de la siguiente manera.


Instrucciones:

  • No sitúes el arenero cerca de la comida del gato
  • Atención a la arena que compras. Algunas marcas incluyen perfumes que pueden desorientar al gato a la hora de identificar la ubicación y función del arenero.
  • Sitúa el arenero en un lugar tranquilo en el que el gato tenga cierta privacidad
  • Si el gato ha estado orinando y defecando en algún lugar aceptable pon el arenero allí.
  • Una vez hayas escogido la ubicación del arenero, ésta debe ser definitiva.
  • Enséñale al gato dónde has puesto el arenero y remueve la arena con la mano para que vea lo que es.
  • Si ves que el gato se pone en postura en un lugar inadecuado, cógelo y llévalo corriendo al arenero. Debes hacer esto con firmeza pero con suavidad y sin reñirle.
  • Cuanto más limpio mantengamos el arenero mejor tanto para nosotros como para el gato. Debemos retirar las heces cada día y cambiar toda la arena una vez por semana. Sin embargo los primero días y especialmente si ha habido problemas para acostumbrarse a usar el arenero deberemos ser menos estrictos con la higiene para que el gato detecte el olor y establezca la relación olor-ubicación-función.
  • Asegúrate de que el gato siempre tiene acceso a su arenero


Los felinos esconden instintivamente sus excrementos, para ocultar  su presencia a las posibles presas, esto hace que el gato doméstico no le guste orinar o defecar en el pavimento, pues al ser una superficie dura y compacta, no puede enterrar sus excrementos, por eso el gato fácilmente aprende a utilizar un contenedor con un  lecho especial, que le permita esconder sus deyecciones a la vista y al olfato.

Pero a veces ocurre, que después de estar perfectamente entrenado, de pronto el gato comienza a hacer sus necesidades fuera del arenero. Indudablemente esto no es por un capricho del animal, y es necesario analizar una serie de circunstancias que pueden estar afectando al gato y su comportamiento.

Lo primero que hay que descartar, tenga algún problema urinario, lo cual puede  ser causa de que el gato abandone sus hábitos en el arenero; si al orinar siente dolor, puede asociar el arenero con esto, y buscará de hacer en otro sitio. También ocurre que muchos problemas del tracto urinario, provocan frecuentes micciones, por lo que el arenero estaría muy mojado, lo cual desagrada  a los gatos, y buscaría de hacer en un sitio seco.

En caso de que se esté seguro que no hay un problema médico, deben analizarse algunos factores que pueden estar alterando el comportamiento del felino.
         

Limpieza del lecho; debemos estar seguros que el lecho está siempre limpio, a un gato no le agrada usar una bandeja sucia, que emane olor, y no desean ir adonde hicieron antes, ya que les desagrada la suciedad, así si escarba y algo no le huele bien, seguirá escarbando hasta encontrar arena sin mal olor.  


En este sentido, también los dueños de gatos, tienen que ser educados, en el sentido de comprender los hábitos felinos, y la limpieza del arenero debe ser hecha a diario, pues los gatos aceptan, o su propio olor o algo neutral; no malos olores.
     

Si el gato se está negando a usar su arenero:

 Puede ser cuestión de ubicación del mismo. Un arenero nunca debe estar cerca del sitio donde él come o duerme. Otro aspecto que se debe ver al ubicar el arenero, es que el gato tenga privacidad para el momento de hacer sus necesidades. 

El gato es un animal solitario, que tiene la necesidad de realizar sus propias actividades al hacer sus necesidades, y requiere de privacidad, y es necesario respetar esta característica felina. Aunque pensemos que da lo mismo un lugar que otro, no es así para el gato.

 Un sitio ruidoso, de mucha circulación de los habitantes de la casa, donde haya juegos, ruidos, electrodomésticos funcionando, no brindan al felino la privacidad que él requiere para hacer sus necesidades. Un arenero ubicado en un sitio inadecuado, propiciará que el felino busque por si mismo lo que considere mejor, y lo mas probable es que no sea adecuado para lo que el dueño desea.
      
 Otro problema : puede ser que la arena empleada no sea del agrado del gato, por su olor, o  textura. También algún cambio en la forma de presentar el arenero, tal como agregar un plástico, o periódico, o lavarlo con un desinfectante cuyo olor le sea desagradable. O puede ser que el tipo de arena maltrate sus almohadillas plantares. 

Alguno de estos factores, puede afectar el deseo del gato de usar el arenero, que venía utilizando regularmente.
    
Tamaño del arenero: Puede ser que el arenero ya sea de un tamaño inadecuado, y que el gato no se sienta cómodo. Podría ser, que le usara con comodidad al ser cachorro, pero para un gato adulto, se ha quedado pequeño. El arenero debe crecer con el gato, para que pueda escarbar con comodidad y enterrar sus excrementos a la profundidad que él considere conveniente.
       
Requerimiento territorial: Los gatos son animales muy territoriales, y necesitan controlar su territorio cuando realizan  sus funciones básicas de  alimentarse, dormir, y hacer sus necesidades, por eso requieren de un sitio en el cual se sientan protegidos y que no pueden ser agredidos, por ejemplo por otras mascotas de la casa, o animales de fuera de la casa, si es así puede dejar de usarlo, para evitar un enfrentamiento.
        
Castigos. Si al hacer sus necesidades fuera del arenero, el dueño le regaña, o pega, y luego le pone con cierta violencia en el arenero, el gato asociará ese arenero con el castigo, y se conseguirá rechazo del arenero, que es lo contrario de lo que se buscaba.
        
Problemas de estrés y mala relación con el propietario, aparición de otros animales o personas en la casa,  mudanzas, etc. también pueden originar esta alteración de conducta.
Como se deduce de todo lo anteriormente citado, el tratamiento por una parte,  es el correcto asesoramiento al propietario del animal -  e identificar el problema que se está presentando:
 manejo que debe hacer de la caja sanitaria ( ubicación, sustrato, limpieza ), mala relación dueño - animal, stress por cambios ambientales, problemas clínicos, elección errónea de ubicación y/ o material sanitario, etc. , que pueden traer como consecuencia el rechazo al arenero y, por último  reeducación del animal que consiste básicamente en no castigar físicamente al animal, desalentar al gato mediante castigo remoto como salpicar de agua cuando se lo encuentra ensuciando en un lugar inadecuado ( sin que el gato sepa quien lo hace, para no tener conflictos con su dueño) y por último recompensar la conducta adecuada con elogios y aceptación. 

Con respecto a los productos comerciales conocidos como repelentes de gatos, según nuestra experiencia,  jamás funcionan exitósamente

Así, que si de pronto, su gato tan educado y formal, comienza a hacer sus necesidades en sitios desacostumbrados e inadecuados, ojo, no estamos ante un malcriado caprichoso, es necesario revisar bien las circunstancias, para poner solución al problema que está confrontando nuestro felino.




No hay comentarios:

Publicar un comentario