jueves, 30 de mayo de 2013

Viajar en Avión con tu Gato

Es muy diferente llevarte al gatito en el avión. La lista no es tan larga. Pero el estrés es mayor. Especialmente si no puedes llevarlo contigo debajo del asiento del frente. Aunque es importante tenerle comida, agua y su caja de arena disponible sobretodo si viaja en área de carga. 

Mi experiencia ha sido que el gato se pone tan nervioso que en realidad lo que hace es esperar en su jaula a que pase la pesadilla. Pero hay que estar preparados. Aquí unos consejos que te ayudarán a tomar la decisión correcta.

Cuando se plantea una ausencia larga o cuando una familia decide trasladarse definitivamente a otra nación, hay una inquietud que surge de inmediato para quienes tienen un gato: ¿qué hacer con él?, ¿cómo es el proceso para sacarlo del país?, pues hay algunas cosas importantes a tomar en cuenta, por eso en un Como te damos el paso a paso para que sepas cómo viajar con tu gato en avión

Antes de comprar el billete
Ya sea para un traslado nacional o para uno fuera del país, antes de comprar el billete por Internet, en una oficina o agencia, debes informar que planeas viajar con tu gato ya que los aviones suelen tener un cupo limitado para animales, de esta forma si el día que quieres volar ese cupo ya está lleno podrán ubicarte en otro vuelo.

Consulta a la línea aérea: Debido a los muchos accidentes ocurridos con animalitos que se escapan en el área de carga debajo del avión, hoy día son más las líneas aéreas que permiten que tu mascota viaje contigo siempre y cuando sea lo suficientemente pequeño para que quepa con todo y jaula debajo del asiento. 

Hasta el gato más grande es pequeño para esos estándares. Por experiencia propia te digo que es la solución más llevadera. El tenerse cerca calma a los dos.

NOTA: Viajes con mascotas no ocurren todo el año, usualmente son en primavera u otoño. Las temperaturas muy altas o bajas le hacen mucho daño a los animales en área de carga. También la cantidad de mascotas por avión es limitada. Consulta con tiempo.

Las exigencias de cada aerolínea
No compres una jaula para viajes sin conocer cuáles son las especificaciones de la aerolínea por la que viajarás, que tipo de jaula exigen, sus medidas, etc. Además si tu mascota pesa menos de 6 kilos y el vuelo dura máximo cuatro horas, algunas compañías ofrecen la posibilidad de transportarlo en cabina en vez de en bodega, pero debes avisar antes de comprar el billete, pues el cupo en cabina también se agota.

Qué necesitas para un vuelo nacional
Si viajas dentro de tu país el traslado suele ser más sencillo, simplemente informa a la compañía que irás con tu gato antes de comprar el billete para garantizarle un lugar, asegúrate de que la jaula en la que lo trasladarás es la adecuada, lleva contigo la carta de vacunación del animal y pregunta si la aerolínea no exige un certificado de salud, algunas piden este comprobante que debe tener al menos 10 días de antiguedad
Qué necesitas para un vuelo internacional
Dentro de la Unión Europea hay exigencias claras para viajar con tu mascota. En primer lugar tu gato debe contar con un pasaporte emitido por un veterinario, en el que figuran sus vacunas e inmunizaciones contra determinadas enfermedades, este documento es válido para todos los países de la UE menos para el Reino Unido, Irlanda y Suecia, cuyas exigencias particulares deberás certificar con el consulado. 
Toma en cuenta que algunas naciones fuera de la UE exigen que la mascota haya estado en cuarentena previamente, por eso ante la duda llama siempre al consulado del país destino
Cómo preparar a tu gato
- Semanas antes del viaje debes acostumbrar a tu gato a la presencia de la jaula, colócala donde come o duerme para que haga una asociación positiva, y permítele que entre y salga de ella libremente, esto es muy importante y no puedes obviarlo
- El día del viaje prepara la jaula para su comodidad, con un cojín agradable con su olor y varios de sus juguetes para que se distraiga, si cabe su plato de comida llévalo también para que se sienta en casa
- Intenta no alimentarlo al menos 5 horas antes del viaje para evitar vómitos
- Mantén la calma si no el animal sentirá tu ansiedad, cuando lo dejes en la carga despídete de forma tranquila y natural
Recomendaciones generales
- Si ya has viajado antes con tu gato en avión y conoces los requerimientos respecto a la jaula, verifica entonces que la misma esté bien, que cierre correctamente y que no se haya deteriorado en un traslado previo 

No es recomendable sedar al animal, si deseas evaluar alguna opción para mantenerlo calmado consulta al veterinario 


- Existe la opción de insertar un chip electrónico en tu gato, de este modo podrás rastrear su ubicación en caso de perdida, tómalo en cuenta








miércoles, 29 de mayo de 2013

Viajar en Automóvil con tu Gato

                        “Su seguridad, parte de ti”

Un viaje supone un cambio brusco de ambiente que puede perturbar a nuestro animal de compañía, por lo que es importante llevar con nosotros objetos que le sean familiares, “sus cosas”: su bebedero, su comedero, sus juguetes, su cepillo, su cortaúñas.


Tampoco podemos olvidar su cartilla sanitaria y los documentos identificativos.
Con los gatos debemos incluir su bandeja de arena, la malta y algo fundamental, feromonas, para el viaje y para su adaptación a la nueva casa.

Preparación del gato para el viaje

  • Si el gato puede estar intranquilo, es recomendable consultar con el veterinario para suministrarle un sedante ligero
  • En viajes especialmente largos se recomienda que el gato esté en ayunas unas 10-12 horas antes de viajar, especialmente pare evitar vómitos
  • Transporta al gato en un trasportín seguro y confortable (puede rociarlo con feromonas felinas para facilitar el trayecto)
  • Lleva la documentación del gato (cartilla veterinaria al día, y preferiblemente pasaporte –en viajes internacionales puede ser obligatorio-)
  • Durante el viaje, ten a mano agua fresca por si el gato tuviera sed
  • Evita contrastes de temperaturas, por ejemplo, poniendo al gato a la sombra si hace mucho calor, o colocándole una bolsa de agüita caliente si hace mucho frío

 Su alimentación

El aparato digestivo lleva mal los cambios bruscos de alimentación. Por lo que es importante llevar el producto que come nuestra mascota en cantidad suficiente para el tiempo que estemos fuera de casa. 

Es recomendable no alimentarle durante las horas previas al viaje para evitar vómitos durante el trayecto. Si le das comida, que sea  ligera.

Si el viaje no es muy largo (menos de 10 horas), es mejor no darles comida hasta que lleguen a destino, para evitar vómitos. Además, y con el fin de que no se mareen, es aconsejable mantenerles en ayunas durante las 10 horas previas al viaje.

También se puede solicitar al veterinario un sedante ligero o un antiemético para prevenir el mareo y los vómitos.

Una buena hidratación:

Tanto más importante cuanto más caluroso sea el clima. Es preciso que el gato beba y es aconsejable también humedecerle la cabeza de vez en cuando, las temperaturas elevadas le pueden causarle un golpe de calor. El síntoma de golpe de calor es un excesivo jadeo, recuerda que ellos no sudan, por tanto, jadear es su forma de refrescarse.

Hacer paradas frecuentes:

Para que se tranquilice, pueda hacer sus deposiciones, aclimatarse mejor al trayecto…. Y nunca debemos dejar al gato dentro del coche por tiempos prolongados cuando haga calor. No olvides tampoco sus juguetes, es importante que se distraiga durante el viaje.

No viajar con él si está convaleciente de una operación:

Tampoco es recomendable hacer desplazamientos cuando los gatos están recién vacunados, los cambios de temperatura pueden ocasionar enfermedades.

Si tu gato no está acostumbrado a viajar en el coche probablemente empezará a salivar en exceso y, en ocasiones, puede llegar a vomitar. El exceso de salivación y el mareo irán desapareciendo conforme se acostumbre a viajar en coche.
El veterinario es quien mejor puede aconsejarte sobre los cuidados, o la posible medicación, necesarios para que el viaje sea lo menos traumático y más placentero posible.
¿Cómo deben viajar dentro del coche?

Los gatos deberán viajar siempre dentro de un transportín.
Los resultados de los test de impacto realizados (“crash test”), para analizar los diferentes sistemas y su seguridad para el animal y los ocupantes, indican que los transportines ofrecen una buena seguridad cuando son colocados en el maletero o en el suelo de las plazas traseras, tras el respaldo del copiloto.

Durante el viaje.

El viaje suele suponer un importante estrés y normalmente aguantan en su transportín estoicamente sin apenas moverse, sin beber, sin comer o sin hacerse sus necesidades, pero igualmente es recomendable, en viajes largos, sacarles del transportín dentro del vehículo, asegurándonos que todas las puertas estén bien cerradas (bajo ningún concepto debemos sacar al gato del transportín fuera del coche, porque lo más fácil es que se escape, con las graves consecuencias que esto puede suponer).

Una vez fuera del transportín, pero en el interior del vehículo, podremos acariciarle, tranquilizarle, permitirle que estire las patas y ofrecerle agua o su bandeja de arena

Es muy importante no dejar a los animales solos dentro del vehículo durante las paradas.

sobre todo en verano, ya que las altas temperaturas que alcanza un coche cerrado al sol (hasta 70 grados), son incompatibles con la vida de nuestras mascotas, debido a lo que se denomina “golpe de calor”.

Además hay que tener mucha precaución incluso si lo dejamos a la sombra, porque el sol va rotando y podemos encontrarnos el coche al sol a la vuelta.
Por todo ello, la recomendación es clara: nunca una mascota sola dentro de un vehículo

Transportines:

Se han realizado varios Crash test (pruebas de choque, con muñecos que reconstruyen la forma y el peso de un cuerpo humano y el de perros o gatos) para probar las distintas situaciones que se pueden dar en un vehículo en movimiento con sus pasajeros, personas y animales.
Como resultado:

El lugar más seguro para colocar el transportín durante los desplazamientos en coche es en el suelo de los asientos traseros, detrás de los asientos delanteros.

Como el transportín tiene poco espacio para desplazarse, la energía del impacto será absorbida más pronto después del impacto.
El transportín se deforma apenas porque la carga sobre el transportín se extiende por la amplia subestructura del asiento. Si está colocado en posición transversal a la dirección del impacto, la mascota sufrirá sólo lesiones leves.



lunes, 27 de mayo de 2013

Viajar con tu Gato

Estamos claros que al típico gato no le gusta viajar. El tratar de colocarlo en su jaula para llevarlo al veterinario es prueba suficiente. ¿Pero cómo hacer cuando te mudas o viajas por largo tiempo y te lo tienes que llevar? La clave es prepararte con tiempo. Dependiendo si el viaje es en auto o en avión, crea una lista con todo lo que necesitas con suficiente tiempo para que el viaje sea lo más placentero posible tanto para ti como para tu gato.

Trucos para Viajar con tu Gato.


¿Quieres irte de vacaciones con tu gato o simplemente quieres que las visitas al veterinario sean menos traumáticas? A continuación te ofrecemos una serie detrucos que te ayudarán a que tu gato se familiarice con los viajes y que éstos sean lo menos traumáticos para él.

Lo primero que tenemos que hacer es comprar un transportín. En el mercado encontrarás una gran variedad de ellos tanto en tamaño como en material y tipo, así que pregunta en tu tienda de mascotas más cercanas cual es el apropiado para ti.

Además del tipo de gato que tengas también dependerá del uso que le vayas a dar. Lo ideal es que el gato pueda moverse con total comodidad dentro de él. Aquí encontrarás consejos sobre transportines para gatos.

Una vez tenemos el transportin en casa, lo siguiente que tenemos que conseguir es que éste se familiarice con él. Para conseguirlo el primer paso es colocar el transportin en el entorno del gato para que éste vaya familiarizándose con él y lo vaya viendo como un objeto cotidiano.

Nunca debemos forzar al gato a entrar en el transportin. Hacerlo puede ser un paso muy significativo hacia atrás y puede hacer que nuestro gato le coja odio. Lo importante es ´que se familiarice con él libremente, sin ningún tipo de presión.

Para conseguirlo podemos utilizar diversas técnicas. Una de ellas es colocar un juguete del pequeño dentro del transportín. Esto le motivará a entrar en la jaula, y de esta manera estaremos combinando el juego con un tiempo de relax.

Cuando veamos que el animal entra por si solo en la jaula lo ideal es que lo recompensemos por ello. Es el momento de la aparición de las recompensas. Éstas no serán eternas, pero sí es conveniente que se las des los primeros días que entre solo en el transportín. Puedes alternarlas con caricias y palabras de ánimo y de admiración.

Cuando el animal ya está cómodo interactuando con la jaula es momento de su cierre. Cerrar el transportín lo realizaremos gradualmente. En primer lugar dejaremos la puerta de la jaula entreabierta para no asustar al gato, luego gradualmente iremos cerrándola cada vez más hasta que consigamos cerrarla del todo. Durante estas operaciones la jaula debe permanecer en el suelo. No es momento aún de desestabilizar a nuestro compañero.

Una vez logremos cerrar la jaula sin poner nervioso al gato, comenzaremos con otro de los pasos importantes: levantar la jaula con el gato dentro. Esta operación también es delicada, pero si la realizas gradualmente no habrá problemas.

Levántala poco a poco y ves desplazándote con ella. Las distancias al principio serán muy cortas, sobre todo dependiendo de la respuesta de nuestro compañero, pero poco a poco iremos alargándolas. Repite esta acción varias veces al día durante varios días para acostumbrar al animal a los movimientos de la jaula.

El siguiente paso es llevar el transportín al coche. Lo ideal es elegir un paseo tranquilo para los primeros días. Evita el bullicio de los coches y elige un barrio tranquilo con pocas rotondas y pocos baches. El ruido de la carretera y el tráfico podría asustar a nuestra mascota.

Coloca la caja en el asiento del pasajero donde el gato pueda oír tu voz tranquilizadora y donde puedas comprobar que se encuentra bien. Si ves que se muestra muy nervioso, para, habla con él, acaríciale, etc. Nunca grites y evita los movimientos bruscos que puedan asustar al animal.

Las recompensas también te pueden venir bien en este punto. Cuando veas que está tranquilo o que vuelve a recobrar la tranquilidad tras un ataque de miedo, recompénsale con un dulce y con palabras de ánimo.

Si no te apresuras y sigues estas pautas los viajes en coches con gatos  serán tranquilos y el animal irá y vendrá sin ningún tipo de trauma, ya lo verás.


Queremos terminar con el consejo más importante de todo. Todas las pautas que hemos visto se sustentan en la paciencia y comprensión. Sé paciente con tu mascota y dale el tiempo que necesite para adaptarse a los viajes. Unos necesitarán menos tiempo que los otros, pero todos ellos pueden llegar a viajar tranquilos junto a sus dueños.

Transportines para Gatos:

El transportín para gatos nos ayudará a movernos con nuestra mascota con facilidad y seguridad. Esta jaula de transporte podremos comprarla en tiendas especializadas, en nuestro veterinario, y si buscas modelos más innovadores en internet encontrarás tiendas especializadas.
¿Por qué necesitamos un transportín para gatos
El propósito principal de esta “jaula” es que tanto nuestro gato como nosotros viajemos seguros y sin estrés. Dentro de ella nuestro gato se sentirá más protegido y nosotros estaremos evitando cualquier pequeño susto. Son muy útiles para gestos tan cotidianos como acudir al veterinario.
El modelo básico de transportín es de plástico con una puerta de tela metálica en la parte delantera para que el animal pueda ver lo que pasa a su alrededor. Gracias a su asa superior podremos llevar al gato cómodamente evitando cualquier posible arañazo que pudiera darnos en caso de que el animal se panicara. Existen jaulas de diferentes tamaños, dependiendo del tamaño de su mascota.
Existen otro tipo de bolsas especiales para desplazarse con gatos, mucho más ligeras y menos voluminosas que las mencionadas anteriormente. Éstas son especialmente útiles si tenemos que viajar en transporte público, porque pueden colgarse al hombro.
¿Cómo acostumbrar al gato a su transportín?
Es posible que al principio el gato no quiera entrar por su propio pie en la jaula por sentirse encerrado dentro de ella. Lo ideal para superar ese miedo inicial es dejar el transportín a su alcance desde unos días antes a su uso.
Déjalo con la puerta abierta, que el gato pueda entrar y salir a su antojo. Si quieres incitarle a entrar puedes colocar unas gotas de Feliway o uno de sus juguetes en su interior. Así este espacio se convertirá en algo cotidiano para él y no será tan traumático la primera vez que se use.
Precauciones a tener en cuenta
• Asegúrate que el asa y las cerraduras funcionan perfectamente antes de salir a la calle para evitar sustos.
• Coloca tus datos y los del gato en el transportín. Éstos pueden ser trascendentales en caso de pérdida o sustracción.
• Antes de meter a tu mascota en el transportín coloca una toalla en el fondo del mismo para evitar olores desagradables en caso de que el gato hiciera sus necesidades debido a los nervios.
• Si el viaje va a ser largo haz que el gato coma y beba antes de salir, aunque al menos tendrá que ser una hora antes.
• No dejes ninguna correa en el interior del transportín porque el gato podría ahogarse con ella.

Consejos para Viajar con Gatos.
Generalmente los gatos no son grandes amantes de los viajes y los desplazamientos largos, pero si los habitúas desde pequeñines éstos no tendrán problemas para hacerlo porque estarán acostumbrados y no tendrán miedo a los ruidos propios de un coche y a ese lugar “desconocido” para ellos.
De todas formas, acompañado de sus seres queridos el gato aceptará voluntariamente los viajes e incluso los paseos. Sí, amigos, podemos llegar a acostumbrar a nuestras mascotas a llevarlas de la correa. Será una “larga carrera de paciencia”, pero podemos llegar a conseguir que nuestro gato se acostumbre a la correa. Siempre habituándolos desde pequeños nos será más sencillo.
¿Qué nos hace falta para viajar con gatos? Lo primero es un transportín de viaje. Este accesorio es obligatorio, además. Pero agradecerás llevarlo, porque sin él el gato estaría moviéndose todo el camino y sería un peligro. ¿Imagina que vas en el coche con el gato y le entra miedo? Intentará refugiarse en el lugar más recóndito del auto, y eso en ruta no es nada aconsejable, claro.
Un consejo con estos transportines es cubrirlos con una ligera tela de algodón claro para “aislar” al felino del exterior y garantizarle frescura y protección.
También necesitaremos agua y comida, por supuesto. Les daremos de comer antes de viajar (una hora antes es un buen lapso de tiempo) y siempre pequeñas cantidades. Durante el viaje es muy improbable que el gato quiera beber o alimentarse porque por muy acostumbrado a viajar que esté, se sentirá ligeramente estresado por el viaje y no querrá comer.
Igualmente es aconsejable llevar un suelo absorbente en el transportín. Al igual que comentábamos con el tema de la comida, el gato estará algo estresado y es probable que tenga ganas de hacer alguna de sus necesidades. No olvidemos que los gatos son animales de costumbres y que éstos sufren cuando éstas se ven alteradas.
Y terminaremos con un consejo sobre las posibles paradas del viaje y con sacar al gato del transportín. El gato estará nervioso durante todo el viaje y sacarlo puede ser un peligro. Un ruido fuerte puede sobresaltarle y hacerle huir. Y todos sabemos que un gato asustado huyendo puede ser muy difícil de atrapar. Así que mucha prudencia y cautela.


sábado, 25 de mayo de 2013

Vacuna para Gatos:

A lo largo de los años los investigadores han desarrollado sistemas de vacunación primordiales para el correcto desarrollo del gato. La labor de los profesionales de cara a la salud del animal es absolutamente necesaria, pero es aún más importante que nosotros, como dueños, nos convirtamos en los principales protectores de su bienestar.

Para los amantes de los felinos domésticos es imprescindible conocer el plan de vacunación que deberá aplicarse a la mascota. Las vacunas evitan que nuestro amigo sufra algún posible contagio y, en muchas ocasiones, incluso llegarán asalvarle la vida. Existen enfermedades mortales que se pueden evitar gracias a una simple inyección y a una eficazdesparasitación.

El veterinario, nuestro mejor aliado


Resulta primordial un seguimiento del programa de inmunización por nuestra parte, lo que implica frecuentes visitas al veterinario para recibir sus adecuados consejos. Es sabido por todos, que es mejor prevenir que curar, y más tratándose de nuestro minino, y así evitar males innecesarios.

El especialista en salud animal, tras el primer chequeo, consistente en tomarle la temperatura, auscultarle y examinar oídos y boca, procederá a administrarle laprimera dosis inmunológica. A partir de aquí, se establecerá un calendario de vacunación esencial para su salud.

La inmunización de nuestra mascota


Si tenemos un gatito o estamos pensando en adquirirlo, es importante saber el proceso que debemos seguir para proteger al animal ante cualquier tipo de dolencia. Al poco tiempo de nacer, concretamente 40 días después, tendremos que acudir al especialista para proceder a la desparasitación. Ésta consiste en la administración de una pastilla o de unapasta especial: resultará muy importante para la posterior vacunación.

Transcurridas nueve semanas de vida, se aplica una vacuna denominada trivalente felina que protegerá a nuestro animal contra la panleucopenia, la rínotraqueitis y el calcivirus felino. Quince días después se le inyectará la vacuna contra la leucemia felina, un mal muy peligroso que constituye una de las causas de mayor mortalidaden el mundo felino.


Pasado un mes exacto iremos de nuevo a nuestro veterinario para revacunar a nuestra mascota de las dos inyecciones nombradas anteriormente. Es importante que seamos conscientes de la relevancia de cumplir las fechas señaladas de forma precisa, pues de lo contrario se tendría que volver al proceso inicial.

Una tarea para toda la vida


Nuestra labor no acaba aquí, pues el tratamiento no se completa únicamente con la primera inmunización de nuestro compañero. El compromiso que hemos adquirido con nuestro animal de compañía continúa con la desparasitación cada tres meses, además de la vacunación una vez al año durante toda la vida.


Un último consejo a tener en cuenta: cuando adquirimos un gato, nuestro hogar se llenará de dulces ronroneos, pero a la vez contraemos una serie de responsabilidades. Debemos plantearnos si vamos a ser capaces de aportar al nuevo inquilino loscuidados necesarios, tanto en salud como en alimentación. Tener una mascota no es tener un juguete.
Calendario de vacunas:
Todos los animales, a partir del momento en que nacen, están expuestos a todo tipo de enfermedades e infecciones, gracias a la leche materna, el gatito es inmune a éstas, pero a partir de las 8-12 semanas esa inmunidad se pierde y es entonces cuando debemos llevar a nuestro gatito al veterinario para que quede protegido.



Son totalmente vulnerables a parásitos. Huelen, lamen, comen todo aquello que se les ponga en su camino, sin saber lo que es. 



Incluso pueden tener uno de los virus más graves, la leucemia felina y sin embargo no sufrir la enfermedad, o actuar como si no pasara nada, de ahí la importancia de entender a nuestro gato, de ver sus cambios en el comportamiento y de llevar con estricta rigidez el calendario de vacunas, ya que si nos saltamos una de ellas, deberemos comenzar con todo el tratamiento de vacunación.


Por la salud de nuestro gato y también por la nuestra, deberemos vacunarle contra ciertas enfermedades que podrían causarle la muerte, como la gripe, el virus de la inmunodeficiencia felina, la panleucopenia o el virus de la leucemia felina.

El calendario de vacunas para tu gatito, desde que nace hasta que se hace adulto es el que ponemos en el cuadro de abajo.
Según las necesidades de tu gato y de sus características, tu veterinario te ayudará a recordarlo y una vez puestas, deberás repetirlas anualmente para que el efecto siga siendo positivo y no corramos, ni nosotros ni nuestro gato ningún riesgo.

Entre el primer mes y el tercero de vida del gato:- Trivalente felina
- Leucemia felina
- Panleucopenia felina
- calivirus
- Rinotraqueitis felina.
- Pentavalente
A partir de los tres meses revacunar- Trivalente felina
- Leucemia felina
A los tres meses y medio- La antirrabia
A los 4 meses- Peritonitis Infecciosa Felina
A los 6 meses revacunar:- Panleucopenia felina
- Calivirus
- Rinotraqueitis.
- Peritonitis Infecciosa Felina
A partir del año, y cada año sucesivamente:- Rabia
- Leucemia
- Calicivirus
- Canleucopenia
- Rinotraqueitis




La Convivencia entre Perros y Gatos

¿Perros y gatos conviviendo?

La edad, el carácter y el sexo son algunos de los factores que se deben considerar para una convivencia satisfactoria entre perro y gato.

"Llevarse como el perro y el gato", dice el proverbio..pero no debería significar necesariamente llevarse mal. En determinadas circunstancias la relación es excelente, y, en cualquier caso, se pueden prevenir y controlar los problemas de convivencia.


Los perros y los gatos son predadores por naturaleza, y su instinto les incita a perseguir a otras especies animales. Es frecuente que los gatos se lancen tras los ratones, pájaros, moscas, etc, y que los perros hagan lo mismo con los gatos.

 Su impronta genética les dice que es una potencial presa que deben perseguir y la primera prioridad de cualquier especie animal es la obtención de alimentos para su subsistencia. En los carnívoros, y especialmente en los felinos que son carnívoros obligados o exclusivos, esta supervivencia está basada en la caza (predación) de presas vivas.

En los gatos la pasión por la caza es más difícil de erradicar que en los perros pero se puede controlar por medio de juegos, entretenimientos y teniendo cuidado en no facilitar las situaciones que despiertan este instinto.

Para lograr una buena convivencia entre especies tenemos que ser conscientes de las diferencias y respetarlas: los perros pueden ser fáciles de educar, los gatos un poquito menos. Los felinos son más independientes del amo y suelen entretenerse sin causar mayores problemas. 

Son más higiénicos, no necesitan salir a la calle a hacer sus necesidades. No son glotones como los perros, prefieren picotear.

Estos dos predadores pueden mirarse con desconfianza, justamente por que son diferentes. La incomprensión recíproca puede ser el motor de sus relaciones, pero la domesticación ha cambiado estos dominios y es una gran verdad que la convivencia puede hacer al cariño

A su vez la proximidad del hombre provocó una menor densidad de predadores lo que posiblemente aumentó las posibilidades de éxito en la procreación y en la supervivencia de los individuos. 

Esta es la causa más probable para la explicación de por qué los depredadores domésticos correctamente sociabilizados con los seres humanos u otras mascotas no sólo no huyen de los mismos sino que además pueden buscar su compañía.

Acostumbrarlos desde Cachorros:

Si los acostumbramos desde cachorros a su mutua presencia, es decir, los socializamos correctamente y los educamos para convivir, la adaptación será mucho más fácil. 

Terminarán asumiendo que no es necesario cazar para sobrevivir, que afortunadamente ese tema lo tienen resuelto, y que su relación con otras especies puede ser diferente. Desde cachorros aprenden de sus padres y congéneres, y por supuesto del ambiente que los rodea lo que condicionará su comportamiento de adulto. 

Nosotros los humanos, formamos parte de dicho ambiente. Pero está claro que debemos enseñarles a vivir en este nuevo escenario, porque la impronta genética trasmite muchas cosas.

Cuando un perro ve a un gato desconocido inmediatamente lo acosa. El felino medita qué es lo que le conviene, si hacerle frente o darse a la fuga. El perro dilata sus pupilas, pone sus orejas tiesas, y permanece expectante ante las reacciones. Si se inicia la pelea el gato se endereza y emite un particular sonido

Esta actitud provoca el ataque de un perro que no sea tímido. Un gato audaz se lanza al rostro del enemigo, pudiendo provocarle graves lesiones en los ojos. Los zarpazos y los mordiscos de los gatos pueden producir profundas heridas que se infectan con relativa facilidad. Un gato sano es más rápido que cualquier perro.

Pero si comparten el mismo territorio y les facilitamos las cosas con contactos tempranos terminarán haciéndose amigos. Lo mismo ocurrirá si la mascota no es un gato, sino un conejo, un roedor o un pájaro; si nuestro perro es joven la adaptación también será mucho más fácil. Si es un perro de raza con temperamento tranquilo, que no ha sido seleccionado para cazar, la convivencia se dará de forma mucho más natural.

Qué debemos hacer si queremos tener perros y gatos conviviendo juntos en casa?


Como decíamos anteriormente, un animal joven se adapta mucho más fácilmente a la convivencia con otras especies que los adultos y los que peor lo llevarán son los ancianos, acostumbrados a ser los reyes de la casa durante años.

Los cachorros son más juguetones que cazadores, no tardarán en establecer sus propias jerarquías, sus propias interacciones, sus propios roles. Aunque es importante que siempre dispongan de sus específicos lugares para comer y para dormir para que puedan refugiarse en momentos de agobio.

La presentación es un momento muy importante en la futura relación que se va a establecer entre ellos, es mejor que nuestro perro en ese momento esté cansado por haber realizado ejercicio, recién alimentado y tranquilo

Sicuando le presentamos a la nueva mascota da muestras de tranquilidad hay que felicítarlo, demostrarle que te enorgullece su reacción pacífica. Cuando más edad tenga el perro más paciencia hay que tener, pero la fórmula es la misma.

Y por supuesto, nunca estimular su instinto de caza y persecución, sino más bien reprimir cualquier intento de caza y captura a todo lo que se mueve, más aún si la forma de moverse es errática o vacilante como ocurre con los niños.

La Territorialidad:

En la medida de lo posible, es fundamental hacer patente al animal que ya vive en casa, que el recién llegado es un nuevo compañero de juegos y que no le querremos menos porque haya otro animal en casa. También hay que plantear la situación como un acontecimiento positivo. 

Esto es importante para minimizar, lo máximo posible, el problema de la territorialidad, que puede causar peleas y rechazos, algo que no siempre tiene por qué ocurrir. Si el animal es sociable, juguetón y cariñoso, es muy probable que no haya rivalidades.

La territorialidad consiste en el afán de un animal por defender con celo su espacio, en este caso, dentro de una casa. Se puede poner de manifiesto con demostraciones de posesión con alguno de los miembros de la familia, de forma que ocurran intentos de agresión cuando el otro animal se acerca a esa persona. Pero también puede haber peleas por la comida o la zona de descanso. En la mayoría de los casos, esa territorialidad se traduce en un mero gruñido o una exhibición de colmillos para avisar al otro animal.

Por otro lado, al menos al principio, hasta que perro y gato se acostumbren a convivir, se deben marcar áreas separadas dentro de la casa para comer o dormir. Si con el tiempo todo va bien, tanto el perro como el gato estarán dispuestos a compartirlo todo: juguetes, cama e, incluso, comida. Son numerosas las relaciones de amistad incondicional entre canes y felinos, sobre todo, si son de diferente sexo, porque de esta manera se descarta la territorialidad.

Son conocidas y curiosas las imágenes de una gata que amamanta a cachorros de perro huérfanos o el caso contrario, una hembra de perra que cuida de una camada de gatitos. Los animales a menudo dan lecciones de generosidad de este tipo. Son capaces de compartir espacio, cama, juegos y familia. Pero para que ocurra así, los dueños deben respetar sus espacios, cubrir sus necesidades y hacer sentirse queridos tanto al perro como al gato.

Evitar los Celos:

Los celos pueden suponer un obstáculo importante para lograr una convivencia satisfactoria, por lo que hay que evitarlos. Para ello, es recomendable prestar atención para que las dosis de cariño sean las justas para los dos animales, con el fin de evitar que uno piense que el otro le come el terreno. La relación entre perro y gato no tiene que ser un fracaso de antemano. Todo es cuestión de paciencia y saber hacer.

Las dosis de cariño deben ser las justas para los dos animales, con el fin de que no tengan celos

Consejos para la convivencia entre perros y gatos

  • Es recomendable comenzar la convivencia entre perro y gato de sexo distinto y cuando son cachorros.
  • El carácter de los animales influirá en que la convivencia sea más o menos satisfactoria, es decir, será mejor que no sean muy territoriales y sí dóciles y tranquilos.
  • En principio, si fuera necesario porque hay algunos roces, se pueden delimitar zonas distintas para los animales (para dormir y comer).
  • Hay que tener mucho cuidado con la administración de las dosis de cariño. Se deben repartir de manera equitativa.