lunes, 27 de mayo de 2013

Viajar con tu Gato

Estamos claros que al típico gato no le gusta viajar. El tratar de colocarlo en su jaula para llevarlo al veterinario es prueba suficiente. ¿Pero cómo hacer cuando te mudas o viajas por largo tiempo y te lo tienes que llevar? La clave es prepararte con tiempo. Dependiendo si el viaje es en auto o en avión, crea una lista con todo lo que necesitas con suficiente tiempo para que el viaje sea lo más placentero posible tanto para ti como para tu gato.

Trucos para Viajar con tu Gato.


¿Quieres irte de vacaciones con tu gato o simplemente quieres que las visitas al veterinario sean menos traumáticas? A continuación te ofrecemos una serie detrucos que te ayudarán a que tu gato se familiarice con los viajes y que éstos sean lo menos traumáticos para él.

Lo primero que tenemos que hacer es comprar un transportín. En el mercado encontrarás una gran variedad de ellos tanto en tamaño como en material y tipo, así que pregunta en tu tienda de mascotas más cercanas cual es el apropiado para ti.

Además del tipo de gato que tengas también dependerá del uso que le vayas a dar. Lo ideal es que el gato pueda moverse con total comodidad dentro de él. Aquí encontrarás consejos sobre transportines para gatos.

Una vez tenemos el transportin en casa, lo siguiente que tenemos que conseguir es que éste se familiarice con él. Para conseguirlo el primer paso es colocar el transportin en el entorno del gato para que éste vaya familiarizándose con él y lo vaya viendo como un objeto cotidiano.

Nunca debemos forzar al gato a entrar en el transportin. Hacerlo puede ser un paso muy significativo hacia atrás y puede hacer que nuestro gato le coja odio. Lo importante es ´que se familiarice con él libremente, sin ningún tipo de presión.

Para conseguirlo podemos utilizar diversas técnicas. Una de ellas es colocar un juguete del pequeño dentro del transportín. Esto le motivará a entrar en la jaula, y de esta manera estaremos combinando el juego con un tiempo de relax.

Cuando veamos que el animal entra por si solo en la jaula lo ideal es que lo recompensemos por ello. Es el momento de la aparición de las recompensas. Éstas no serán eternas, pero sí es conveniente que se las des los primeros días que entre solo en el transportín. Puedes alternarlas con caricias y palabras de ánimo y de admiración.

Cuando el animal ya está cómodo interactuando con la jaula es momento de su cierre. Cerrar el transportín lo realizaremos gradualmente. En primer lugar dejaremos la puerta de la jaula entreabierta para no asustar al gato, luego gradualmente iremos cerrándola cada vez más hasta que consigamos cerrarla del todo. Durante estas operaciones la jaula debe permanecer en el suelo. No es momento aún de desestabilizar a nuestro compañero.

Una vez logremos cerrar la jaula sin poner nervioso al gato, comenzaremos con otro de los pasos importantes: levantar la jaula con el gato dentro. Esta operación también es delicada, pero si la realizas gradualmente no habrá problemas.

Levántala poco a poco y ves desplazándote con ella. Las distancias al principio serán muy cortas, sobre todo dependiendo de la respuesta de nuestro compañero, pero poco a poco iremos alargándolas. Repite esta acción varias veces al día durante varios días para acostumbrar al animal a los movimientos de la jaula.

El siguiente paso es llevar el transportín al coche. Lo ideal es elegir un paseo tranquilo para los primeros días. Evita el bullicio de los coches y elige un barrio tranquilo con pocas rotondas y pocos baches. El ruido de la carretera y el tráfico podría asustar a nuestra mascota.

Coloca la caja en el asiento del pasajero donde el gato pueda oír tu voz tranquilizadora y donde puedas comprobar que se encuentra bien. Si ves que se muestra muy nervioso, para, habla con él, acaríciale, etc. Nunca grites y evita los movimientos bruscos que puedan asustar al animal.

Las recompensas también te pueden venir bien en este punto. Cuando veas que está tranquilo o que vuelve a recobrar la tranquilidad tras un ataque de miedo, recompénsale con un dulce y con palabras de ánimo.

Si no te apresuras y sigues estas pautas los viajes en coches con gatos  serán tranquilos y el animal irá y vendrá sin ningún tipo de trauma, ya lo verás.


Queremos terminar con el consejo más importante de todo. Todas las pautas que hemos visto se sustentan en la paciencia y comprensión. Sé paciente con tu mascota y dale el tiempo que necesite para adaptarse a los viajes. Unos necesitarán menos tiempo que los otros, pero todos ellos pueden llegar a viajar tranquilos junto a sus dueños.

Transportines para Gatos:

El transportín para gatos nos ayudará a movernos con nuestra mascota con facilidad y seguridad. Esta jaula de transporte podremos comprarla en tiendas especializadas, en nuestro veterinario, y si buscas modelos más innovadores en internet encontrarás tiendas especializadas.
¿Por qué necesitamos un transportín para gatos
El propósito principal de esta “jaula” es que tanto nuestro gato como nosotros viajemos seguros y sin estrés. Dentro de ella nuestro gato se sentirá más protegido y nosotros estaremos evitando cualquier pequeño susto. Son muy útiles para gestos tan cotidianos como acudir al veterinario.
El modelo básico de transportín es de plástico con una puerta de tela metálica en la parte delantera para que el animal pueda ver lo que pasa a su alrededor. Gracias a su asa superior podremos llevar al gato cómodamente evitando cualquier posible arañazo que pudiera darnos en caso de que el animal se panicara. Existen jaulas de diferentes tamaños, dependiendo del tamaño de su mascota.
Existen otro tipo de bolsas especiales para desplazarse con gatos, mucho más ligeras y menos voluminosas que las mencionadas anteriormente. Éstas son especialmente útiles si tenemos que viajar en transporte público, porque pueden colgarse al hombro.
¿Cómo acostumbrar al gato a su transportín?
Es posible que al principio el gato no quiera entrar por su propio pie en la jaula por sentirse encerrado dentro de ella. Lo ideal para superar ese miedo inicial es dejar el transportín a su alcance desde unos días antes a su uso.
Déjalo con la puerta abierta, que el gato pueda entrar y salir a su antojo. Si quieres incitarle a entrar puedes colocar unas gotas de Feliway o uno de sus juguetes en su interior. Así este espacio se convertirá en algo cotidiano para él y no será tan traumático la primera vez que se use.
Precauciones a tener en cuenta
• Asegúrate que el asa y las cerraduras funcionan perfectamente antes de salir a la calle para evitar sustos.
• Coloca tus datos y los del gato en el transportín. Éstos pueden ser trascendentales en caso de pérdida o sustracción.
• Antes de meter a tu mascota en el transportín coloca una toalla en el fondo del mismo para evitar olores desagradables en caso de que el gato hiciera sus necesidades debido a los nervios.
• Si el viaje va a ser largo haz que el gato coma y beba antes de salir, aunque al menos tendrá que ser una hora antes.
• No dejes ninguna correa en el interior del transportín porque el gato podría ahogarse con ella.

Consejos para Viajar con Gatos.
Generalmente los gatos no son grandes amantes de los viajes y los desplazamientos largos, pero si los habitúas desde pequeñines éstos no tendrán problemas para hacerlo porque estarán acostumbrados y no tendrán miedo a los ruidos propios de un coche y a ese lugar “desconocido” para ellos.
De todas formas, acompañado de sus seres queridos el gato aceptará voluntariamente los viajes e incluso los paseos. Sí, amigos, podemos llegar a acostumbrar a nuestras mascotas a llevarlas de la correa. Será una “larga carrera de paciencia”, pero podemos llegar a conseguir que nuestro gato se acostumbre a la correa. Siempre habituándolos desde pequeños nos será más sencillo.
¿Qué nos hace falta para viajar con gatos? Lo primero es un transportín de viaje. Este accesorio es obligatorio, además. Pero agradecerás llevarlo, porque sin él el gato estaría moviéndose todo el camino y sería un peligro. ¿Imagina que vas en el coche con el gato y le entra miedo? Intentará refugiarse en el lugar más recóndito del auto, y eso en ruta no es nada aconsejable, claro.
Un consejo con estos transportines es cubrirlos con una ligera tela de algodón claro para “aislar” al felino del exterior y garantizarle frescura y protección.
También necesitaremos agua y comida, por supuesto. Les daremos de comer antes de viajar (una hora antes es un buen lapso de tiempo) y siempre pequeñas cantidades. Durante el viaje es muy improbable que el gato quiera beber o alimentarse porque por muy acostumbrado a viajar que esté, se sentirá ligeramente estresado por el viaje y no querrá comer.
Igualmente es aconsejable llevar un suelo absorbente en el transportín. Al igual que comentábamos con el tema de la comida, el gato estará algo estresado y es probable que tenga ganas de hacer alguna de sus necesidades. No olvidemos que los gatos son animales de costumbres y que éstos sufren cuando éstas se ven alteradas.
Y terminaremos con un consejo sobre las posibles paradas del viaje y con sacar al gato del transportín. El gato estará nervioso durante todo el viaje y sacarlo puede ser un peligro. Un ruido fuerte puede sobresaltarle y hacerle huir. Y todos sabemos que un gato asustado huyendo puede ser muy difícil de atrapar. Así que mucha prudencia y cautela.


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