lunes, 13 de mayo de 2013

La Agresividad en tu Gato - Tipos

Lo que para nosotros es agresividad, para tu gato es parte de su naturaleza felina. Esto no va a cambiar. Pero hay formas de convivir en paz. Conoce los distintos tipos de agresividad gatuna y cómo combatirlos. El paso más importante es ser constante en tu forma de lidiar con la violencia. Tu gato aprenderá.

 Juegos violentos:


No hablamos de juegos de vídeo donde descuartizan a los enemigos… aunque es parecido a la realidad. El jugar con tu gatito bebé utilizando tus manos como juguetes puede ser muy divertido mientras el minino es pequeñito, pero al crecer el juego se torna violento y tu sangre va a correr. Si se acostumbra desde pequeño a asociar tus manos con juego, cambiar su rutina tomará más tiempo.

¿Cómo combatirlo?
La solución es NO jugar de manos desde la primera. Existen millones de juguetes diseñados para entretener al gato. Intercambia tus manos por alguna bolita de goma, o utiliza las cañas de pescar de juguete para que tu gato salte y queme energía. Tus manos son necesarias.

Para que cambie su rutina: 
 No será fácil intercambiar manos por juguetes. Cuando el juego se vuelva violento detente y grítale un firme ¡NO!. El gato se asustará pero comenzará a asociar la palabra con el acto. Otro truco es dejar de jugar con él y no prestarle atención por 5 minutos. Y digo NADA de atención, no lo mires, no le hables, NO lo acaricies. Por más cool que tu gato quiera ser, le fascina tener tu atención así que asociará la indiferencia con el juego bruto.

 Dolor o miedo:
Tu gato está en total estado de pánico y su lenguaje corporal  te dice "déjame tranquilo". Para tu seguridad, obedece su mandato. Sabes que si intentas acariciarlo, sus uñas y dientes están listos para atacar.
¿Cómo combatirlo? Dale su espacio. Los gatos tienen una gran capacidad para aguantar dolor, pero a veces necesitan ayuda y no saben cómo expresarlo. El pánico sube y hace imposible el que puedas estudiarlo. Una vez se tranquilice, trata de observar si está herido. Quizás necesita ir al veterinario. Para evitar un ataque, coloca la jaula con la puerta abierta en su esquina favorita y déjalo que entre por su cuenta. Entonces llévalo al doctor.

 A la defensiva:

Este viene así de la nada. Estás feliz acariciando al gato en tu falda cuando de momento ¡zas! que viene el zarpazo. ¿Qué pasó? piensas mientras tratas de aguantar el dolor. No lo tomes personal, simplemente tu gato decidió que ya tuvo bastante cariño y te lo dejó saber. Sabes que a tu gato le fascina las caricias , pero todo a su tiempo. Es muy probable que haya tratado de decirte de muchas maneras, utilizando su lenguaje felino . El ataque violento es su última opción.
¿Cómo combatirlo? Observa a tu gato. Te dará señales antes del zarpazo. Comienza a mover la punta de la cola suavemente. Sus orejas cambian de posición y se mueven hacia atrás. La pupila se agranda. Al ver alguna de estas señales, es momento de dejarlo ir y guardar tus cariños para la próxima sesión.

 Ansiedad por su territorio:

Esto sucede cuando el gato siente que su territorio está siendo invadido y él no puede eliminar el problema. Como por ejemplo al mirar por la ventana puede ver otro gato paseándose por el patio. Su frustración va creciendo. Y tú inocentemente le pasas por el lado y nuevamente ¡zas!, recibes el zarpazo. El coraje es tan grande que se desquitará con lo primero que pueda, en este caso fuiste tu. Recuerda que el gato es sumamente territorial y aunque viva dentro de la casa, considera los alrededores como parte de su reino.
¿Cómo combatirlo? Si notas al gato agitado frente a la ventana o mirando al techo tratando de siquímicamente bajar a esa araña que lo perturba, elimina el problema antes de que corra la sangre. Cierra las cortinas, haz ruido para que las criaturas en el exterior se vayan, trata de mover a la araña fuera de la casa (yo no sé tu, pero no me gusta matarlas, siempre que mi gato me deja las salvo).
Hay casos en que tu gato queriéndote mucho se volverá agresivo y podrá incluso atacarte,aunque te quiera mucho: 
  • cuando esta peleando con otro gato o inmediatamente después de una pelea, el gato aun estará con la adrenalina al máximo y el que te acerques puede ser peligroso, te puede incluso morder. 
  • Después de sufrir un accidente esta aun en estado de shock,puede tener algo quebrado o algún daño interno, de hecho en el caso de los perros se recomienda que se ponga un bozal. 
  • Una gata que a tenido crías, puede volverse particularmente sensible ,porque cree que alguien podría lastimar a sus crías. 

Cómo controlar la Agresividad en tu Gato:
Entrenar a tu gato y transformarlo en uno de comportamiento adecuado requiere primero que nada que aprendas dos lecciones importantes en un lenguaje felino.
Tu gato jamás hará algo que no quiere hacer: No importa cuántas veces trates de llamarlo esperando que responda corriendo feliz hacia ti, tu gato no hace lo que le dicen, es parte de su instinto independiente. Para que se adapte a tu vida, debes llenarte de paciencia y encontrarse en un punto medio.
El gato siempre quiere saber qué gana con obedecer: Ya sea un cariñito o un bocadito, el minino necesita remuneración por su esfuerzo.
Ahora bien, suena narcisista y egoísta de su parte pero no lo tomes a mal, es parte de su comportamiento gatuno. No quiere decir que no te quiera ni que prefiera estar solo a acurrucarse en tu falda, es que hay que aprender que el gato no es perro y demuestra su cariño de forma diferente. Igual sucede con su agresividad.
Pasos para controlar la agresividad:
• Asegúrate que no sea un problema médico: El primer paso antes de comenzar a entrenarlo es tomar nota sobre su comportamiento . Quizás lo que parece ser agresividad en realidad es síntoma de alguna enfermedad.
• SER CONSTANTE: Para aprender a controlar su instinto agresivo necesitas ser constante en tu entrenamiento. Si tu gato nota que un día le dices ¡NO! al treparse a la mesa pero al día siguiente te haces el ciego y lo dejas, jamás aprenderá a comportarse como quieres.
Recuerda que el gato es amante de la rutina, si mantienes la rutina de regañarlo al cometer la misma acción con el tiempo lo entenderá.
• Nunca seas violento con tu gato: El gato no asocia violencia física con disciplina. El golpearlo sólo lo llevará al estrés y a evitar estar alrededor tuyo.
• Juega defensa: Convierte tu casa en un campo de guerra… por un tiempo. Suena dramático pero funciona. Si logras tapar o cambiar esas áreas que tu gato prefiere y las conviertes en lugares desagradables, el minino cambiará de opinión. Por ejemplo:
• Cubre los muebles: Utiliza plástico, papel de aluminio o hasta tiras de cinta adhesiva por ambos lados para cubrir los muebles. Todas son superficies desagradables para tu gato y luego de tratar de acomodarse en semejante pegamento, entenderá el mensaje.


• Asústalo en el acto: El gato no entiende (o no quiere entender) cuando lo regañas luego de que se baja de la mesa. El momento de hacerlo entender es cuando está trepado en la mesa y lo asustas in fraganti. Para esto las botellas para rociar agua son muy efectivas. Si no quieres lidiar con el agua, puedes colocar monedas en un envase de cristal y agítala cuando veas al gato comportándose de manera inadecuada. Trata de que el gato no te vea, así asociará a la mesa con el ruido o el chorro de agua y aprenderá la lección.
• Ponle tabasco: Para evitar que se coma tus plantas, coloca unas gotitas de tabasco en las hojas. El sentido del olfato en tu gato es tan agudo que no se atreverá a acercarse a la misma.
• Cada situación debe tener su sustituto: Con el entrenamiento seguramente dejará de raspar el sofá pero ten presente que raspar sus uñas es parte de su instinto felino. Lo necesitan para marcar su territorio y eliminar capas de uña muerta.
Por esto es importante que para cada uno de los entrenamientos tengas una alternativa positiva como:
• Postes o rascadores en lugares estratégicos de la casa
• superficies para brincar cerca de las ventanas para que pueda sentarse a observar el mundo desde otro lugar que no sea tu mesa del comedor
• su propio jardín con hierbas para comer como CATNIP
¿Y si mi gato no se tranquiliza?
Puede que tu gato sea más sensible y no responda positivamente a tu entrenamiento. Llévalo al veterinario y explícale la situación. El te puede dar soluciones o recomendar hasta tratamiento con especialistas en comportamiento gatuno.
Si todavía sientes que puedes ayudarlo en casa, aquí otras alternativas:
• De vuelta al comienzo: Una alternativa es volverlo a entrenar como si acabase de llegar a tu casa . Créale un cuarto o área en la casa que sea sola para él. Trae su caja de arena, su comida y agua y déjalo tranquilo. Aunque no lo parezca, los gatos padecen de estrés y transmiten su sentimiento con agresividad. Dejarlo encerrado en su área le dará tranquilidad. Cuando él te lo pida llévalo poco a poco por la casa, un cuarto a la vez.
• Esa silla nueva le causa estrés: Camina por tu casa y toma nota de algún cambio en ella. Puede ser algo tan mínimo como una planta nueva o la reorganización de tus muebles de sala. Lo que para nosotros es algo divertido y nuevo, para tu gato es un cambio en su querida rutina y no lo ve con buenos ojos. Déjalo que se acostumbre al mismo poco a poco.
• Un cariñito alivia la situación: Obviamente no cuando se porte mal, pero si ves cambios positivos en su comportamiento, déjalo saber. Tu gato se sentirá más tranquilo sabiendo que estás feliz con él.

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